Una hora antes del amanecer, iban bajando por la
montaña, el con los ojos vendados. Por su puesto.
Pero estaba feliz.
Había conocido a las personas que eran importantes
en la vida de su hermana y había podido ver con sus propios ojos lo mucho que se
preocupaban por ella. Todos, no sólo Rhage y Mary. Incluso los Doggens estaban
locos por ella.
Y luego estaba Janie.
Joder.
Esa hembra era increíble.
Él sólo había hablado con ella a solas durante unos
dos minutos si eso, pero joder, estaba deseando poder hablar con ella de nuevo.
Janie era atrevida, inteligente y más sexy que el pecado. Sonrió al recordar.
- * - * -
- Hola Janie.
- Hola Blaxie.
Levantó una ceja, eligiendo ignorar su forma de saludarlo.
- Tienes un pelo precioso. Estás...
Ella lo miró fijamente antes poner los ojos en blanco.
- Guau. ¿Esa línea realmente te funciona? “Tienes un pelo precioso".
Ella soltó una carcajada.
- Apuesto a que las hembras se ponen en fila y se derriten a sus pies
en un charco de deseo, ¿eh?.
Janie soltó un bufido.
- Que tengo un pelo precioso… Psssshh. Tienes suerte de que mi padre
no haya escuchado eso. Te daría una patada en el culo. O se reiría en toda tu cara.
Sí, probablemente eso.
Ella le palmeó el hombro y le guiñó un ojo mientras él la miraba con
asombro.
- Nos vemos más tarde Blaxie, pedazo de macho Casanova rompecorazones.
- * - * -
Con esas palabras, se había ido, dejándolo
absolutamente estupefacto. Lo tenía sonriendo como un idiota y más duro que el
tronco de un árbol.
El coche finalmente se detuvo y se quitó la venda de
los ojos, parpadeando para ajustar la vista a la luz tenue a su alrededor.
Salieron y se abrazó a Mariah.
- Lo he pasado muy bien hermana mía. Gracias por
invitarme.
- Gracias por haber venido. Y gracias por la
pulsera. Me encanta. Ah, y gracias por aguantar todo el drama.
- Toda buena familia tiene un poco de drama. No te
preocupes. Me encanta.
- Te van a adorar, lo sé. Sólo necesitan un poco de
tiempo.
- De eso tenemos de sobra. No te preocupes hermana.
Todo va a estar bien.
La besó en la frente antes de darle otro abrazo.
Ignoró el suave gruñido de Ahgony. El macho estaba vinculado. Por mucho que
Blax fuera el hermano de su hembra, no podía evitarlo.
- Nos volveremos a ver pronto ¿vale? Ahora ve, tienes
que volver a casa.
- Conduce con cuidado.
- Siempre.
Se despidió de Darius con la mano y entró en el
coche cuando los vio desmaterializarse a algún lugar de la montaña.
Llegó la hora de volver a casa.
* - * - *
Mariah sintió una oleada de náuseas en cuanto se
desmaterializó de vuelta en la mansión y frunció el ceño. Se sentía igual que
en ese Starbucks cuando conoció a Blaxton. Qué raro. Sólo había pasado una
semana desde que se había alimentado, por lo que sabía que no era eso. Y había
estado comiendo con normalidad, por lo que tampoco era eso.
Sí que se había pasado un poco con la comida esta
noche debido a que era su fiesta y demás. Aunque siempre comía mucho y nunca
nadie había enfermado por algo que los Doggen habían preparado. El Rey sólo
tenía lo mejor de lo mejor.
Ella no había tomado ni una gota de alcohol, así que
¿qué demonios le estaba pasando?
Oh dios.
Poniendo una mano sobre su boca, Mariah corrió hacia
los arbustos y vació su estómago.
- ¿Mariah?
Ahgony vino corriendo detrás de ella.
- Tahlly,
¿qué pasa?
- Mareada. Fatiga.
Él la cogió en brazos.
- D, llama a Doc Jane.
- No.
- Ahora D.
- No. Estoy bien. Cama. Sólo llévame a la cama.
Ahgony miró su rostro mientras escondía el dolor que
de pronto contrajo su vientre.
¿Qué demonios era esto?
- Entremos, Ahgony. El sol saldrá pronto.
- Sí.
Oyó a Darius y Ahgony hablar en voz baja.
Él la mantuvo en sus brazos y ella estaba agradecida
de que no había nadie alrededor en el vestíbulo. Ahgony podría llevarla al piso
de arriba sin ninguna pregunta ni miradas curiosas. La miro y gruñó suavemente.
- Te vas a quedar conmigo.
Ella habría suspirado de alivio de no haberse visto
afectada por una nueva contracción dolorosa en su interior.
¿Debería llamar a Jane?
Sí, ¿para qué le dijera el qué?
Has comido como una cerda, la próxima vez no comas tanto.
No, gracias.
Ella sólo necesitaba dormir y digerir la comida.
Estaría bien por la noche.
En la habitación de Ahgony, él la depositó
cuidadosamente en su cama y la desnudó antes de taparla. Mariah estaba
temblando y agradeció cuando él se desnudó y se metió en la cama con ella. Ahgony
la atrajo hacia su cuerpo y su calor evito que le castañearan los dientes. Se
sentía miserable y no tenía ni idea de por qué.
- Tahlly,
vamos a llamar a Doc Jane. Sólo para que haga una comprobación rápida.
- N... no. Estoy bien. Sólo... ¿abrazarme?
- Siempre, tahlly.
Siempre.
- Estoy tan... lo siento.
- Shhhh. Está bien. No te preocupes por eso ahora.
Sólo descansa un poco. Iremos a ver a Doc Jane al caer la noche. Te sentirás
mejor cuando hayas descansado un poco.
Las persianas bajaron para el día y ella sintió como
él le besaba la parte superior de la cabeza.
- Duerme. Te tengo mi niña. Estoy justo aquí. Yo te
cuidaré.
- Te quiero Ahgony.
No oyó su respuesta, si es que la hubo, porque el
sueño la pilló con fuerza, a pesar del dolor que aun sentía en su cuerpo.
* - * - * - *
Ahgony sintió como ella se quedó lacia en sus brazos
al quedarse dormida. No la soltó. No podía, la había echado demasiado de menos.
Sí, estaba molesto con ella. Mariah no había
confiado en él, y él todavía no estaba convencido de que Blaxton no era un
imbécil malicioso de la glymera, a pesar de que debía ser un actor increíble
porque había sido el caballero perfecto durante toda noche. Y Ahgony casi
sentía como si... perteneciera entre ellos.
Negó con la cabeza mentalmente y se notó a si mismo
adormilado. Finalmente, después de una semana sin dormir, ella estaba de vuelta
en sus brazos.
Se despertó a notar dos cosas a la vez.
La cama estaba mojada con algo caliente y pegajoso. ¿Se
había corrido mientras dormía o algo así?
Lo segundo que noto fue el olor a cobre. Era algo
tan espeso y lo tenía tan metido en la nariz; que podía jurar que podía inhalarlo.
¿Qué demonios era eso?
Encendió la luz mentalmente para ver lo que estaba
sucediendo.
- Oh dulce Virgen...
Su mano estaba cubierta de sangre espesa y fresca.
- ¡Mariah!
La cama estaba empapada en su sangre.
- Oh dios, Mariah, tahlly!
La levantó, con sábanas y todo, y desnudo como
estaba, salió corriendo de la habitación. Jane. Necesitaba a Doc Jane. O a Manny.
A quien fuera.
¿Por qué demonios no los había llamado antes?
Llegó a la puerta que conducía al túnel y
sosteniéndola con un solo brazo, intento teclear el código, pero haciendo que
fuera incorrecto. Sus dedos estaban demasiado resbaladizos de toda la sangre y
él temblaba como un maldito hijo de puta acojonado.
Mariah se resbalaba de entre sus brazos y él se
estaba volviendo loco.
No podía pasar por el Pit porque eran las 2 de la
maldita tarde. El puto sol los reduciría a cenizas en menos de un segundo.
¡Mierda!
- Oh, por el amor de... ¡Ayuda! Maldita sea, ¡que alguien
me ayude!
Gritó tan fuerte como pudo para que alguien, quien
fuera, le ayudara. Zsadist y Rhage fueron los primeros en venir corriendo
escaleras abajo.
- ¿Qué coño le has hecho?
- ¡Nada! Ella necesita a Doc Jane!
Zsadist fue el que marcó el código para entrar en el
túnel y Ahgony corrió tan rápido como pudo al quirófano, mientras que Rhage
siguió hasta que llegó al Pit, gritando el nombre de Doc Jane.
- Mariah tahlly,
despierta. Mírame nena, por favor.
- Ok estoy aquí, déjala sobre la camilla.
Él la colocó sobre la cama y Jane retiró la sábana examinándola
con rapidez.
- ¿Cuánto tiempo ha estado sangrando?
- No lo sé. Me desperté y estaba... por todas
partes.
Sintió un toque en el hombro.
- Tapate ese culo, ¿verdad?
De la nada, V apareció y le dio un par de pantalones
que rápidamente se puso, habiendo olvidado que estaba desnudo.
- Maldita sea. ¿Tenía algún síntoma, cualquier cosa?
- Vomito fuera en los arbustos, cuando volvimos de llevar
a Blax montaña abajo. Y tenía frío. Temblaba. También creo que sentía dolor,
pero no sé dónde, porque ella me decía que estaba bien y que no había necesidad
de llamarte.
Jane seguía tocando y mirando.
- Ahgony, siento tener que decirte esto, pero Mariah
parece estar sufriendo de un aborto involuntario.
Rhage gruñó.
- No es posible. No estuvieron juntos durante su
necesidad. Me aseguré de ello.
- Soy consciente. Pero te olvidas de que ella es una
mestiza. Está embarazada, pero está perdiendo al crio. Creo que es un embarazo
ectópico. Su trompa de Falopio ha reventado. Y si no la operamos ahora mismo,
ella podría perder su vida.
Pobre mariah! :(
ResponderEliminarD: El horror !!!
ResponderEliminarOhhhh my fucking god
ResponderEliminarO.O ahhhhh!!!!
ResponderEliminarNo es muy creíble, no le pasa a otras hembras de la hermandad en su misma condición
ResponderEliminarHombre es creíble, no se si decirlo, pero ¿te has leído el último libro? Al.
EliminarSi en ello estoy pero creo que ya me lo has contado todo xD
EliminarYa .. no seas cruel je jeje actualiza porfis!!
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