La Hermandad se volvió loca a su alrededor mientras mantuvo
a Hope cerca de él. Wrath había perdido la cabeza si realmente creía que iba a
dejar que Hope se quedara bajo el mismo techo que su atacante, como el rey lo
había puesto.
Y al parecer, los hermanos pensaban lo mismo.
- Wrath, no puedes...
- ¿Cómo vas a controlarlo...?
- Nuestros hijos viven aquí...
Wrath golpeó el puño sobre la mesa con fuerza.
- Os olvidáis, cabrones, de que lo que yo digo es
ley. Así que Vix va a vivir aquí porque me sale de los putos cojones.
Hope le apretó la mano con suavidad y se acercó a la
mesa de Wrath, por lo que todo el mundo se calló.
- Hope, yo...
- Sólo quiero saber por qué.
Wrath apretó los labios.
- Todo el mundo fuera. Butch, ve a buscar a Vix,
¿quieres?
Elvar no se perdió la mirada del poli hacia V, quien
asintió con la cabeza casi de manera imperceptible.
Oh infiernos. Puta mierda.
Esto era cosa de él.
Lo sabía.
Todos se fueron a excepción de los que habían estado
presentes durante su ceremonia de emparejamiento. Hope no se había movido, sus
brazos cruzados delante de ella en una postura desafiante. Payne se colocó a su
lado, en la misma posición. De tal palo…
- ¿Por qué Wrath?
- Es necesario, ¿verdad?
Fue Vishous quien habló.
- ¿Me estás tomando el pelo?
- Lo he visto. Es necesario.
- Es necesario que el tipo que me golpeó y casi me
violó venga a vivir aquí, ¿de verdad?
Vishous se encogió de hombros.
Elvar quería estrangular al hermano y su sonrisa le
dijo que había leído su mente y Elvar era más que bienvenido a intentarlo.
Le habría dicho que se fuera al infierno, pero eso
era sólo una pérdida de aliento. Y su garganta aún estaba dolorida.
- Hope...
- No importa. No quiero oírlo, Wrath. Pero cuando
Matt termine su primera casa, yo me pido primer. No me voy a quedar bajo este
techo más tiempo del necesario.
Wrath frunció el ceño en confusión.
- ¿Qué tiene que ver Matt con nada? ¿Qué casas? ¿De
qué diablos estás hablando?
- ¿Su proyecto de arquitectura? En la que sólo ha
estado trabajando desde siempre... No importa. Déjalo.
El rey gruñó y se pellizcó el puente de la nariz. Parecía
que el macho tenía un dolor de cabeza de mil demonios.
- ¡Ahora quiero saber lo que vas a hacer con el
hecho de que V casi mata a mi hellren!
- V, ¿de qué demonios está hablando?
- Me operó la mano.
- Sí, y por lo que he oído, te la salvo.
Vishous se encogió de hombros y comenzó a enrollar
uno de sus cigarrillos.
- Hijo de puta arrogante. Elvar, tío,¿estás bien?
- Estoy bien mi señor.
Su voz no había cambiado, todavía estaba ronca. Y
esto era evidente para Wrath, que se frotó la frente.
Hope lo fulminó con la mirada, instándolo a decirle
a Wrath el daño que había sufrido en sus manos, pero no tenía porque. No era
importante.
- Mi señor, me gustaría pedirle permiso para llevar
a Hope a una de mis casas seguras. No quiero que ella tenga que enfrentarse a
Vix y recordar lo que paso. O arriesgar un ataque.
El ataque sería obviamente de Elvar a Vix.
Vishous resopló.
- Vix no será capaz de hacerle nada aquí. Somos
muchos en la mansión así que estaría a salvo en todo momento.
- Joder V, eres su tío. Debería de importarte un
poco más su seguridad.
- Elvar, Vishous está en lo correcto. Hope estaría a
salvo en todo momento.
- No se trata de eso. Ella puede defenderse sola.
Así que no se trata de eso.
- Escucha, os necesito a los dos aquí. Quiero que empecéis
a uniros a las luchas en las calles de Caldie.
Santa mierda.
¿Por fin iba a ocurrir? Elvar, hijo de Lockvar. Un
guerrero de la raza.
- Además, Vix no es realmente una amenaza. Él ha
quedado parcialmente ciego y está paralizado de cintura para abajo. Confía en
mí cuando te digo que esa es la única razón por la que le estoy dejando quedarse
aquí.
* - * - *
Hope no se esperaba eso. Casi sintió lástima por el macho.
Casi.
- Mira, todo va a estar bien. Decidle a mis
originales que entren. ¡Ah! y antes de que me olvide, aquí están vuestros
papeles. El emparejamiento certificado incluido. ¡Enhorabuena!
- Gracias mi señor.
Elvar salió de la oficina con Hope, sólo para encontrarse
de frente con un grupo de hembras furiosas.
Oh, oh.
Ellas lo sabían.
Elvar sonrió, besó a Hope en la frente y se giró
para salir de allí por patas.
- Ah no, ni se te ocurra. Fuera con la camiseta.
- ¿Perdón?
- ¿La marca? Enséñanosla.
- Ah, eh. Vale.
Se dio la vuelta y levantó su camisa para mostrarles
el nombre de Hope.
Un sentimiento de orgullo se apoderó de ella al
verlo. Ella pertenecía a él, tan cursi como sonaba. Y pronto, estarían matando lessers,
lado a lado. Si eso no era amor...
Whoa.
No.
Maldita sea.
- Ok, te puedes ir; tenemos que hablar con nuestra
chica.
Y así sin más, Elvar fue despedido. Él la besó
suavemente y susurró.
- Mi
chica.
Cuando se dio la vuelta, vio a Hunter, que le estaba
esperando. Su hermano le guiñó un ojo.
- Vamos, amigo, me parece que te vendría bien un
trago.
Su hellren estaba en buenas manos.
- Vamos a ir a tu habitación, Fritz ya nos ha traído
comida.
Ella siguió a sus amigas, casi sintiendo como si
estuviera en el corredor de la muerte. Pero estas eran sus amigas, lo
entenderían. Eventualmente.
Entraron, se acomodaron y esperaron a que ella
hablara.
Lo cual hizo.
Hasta el último detalle. No había secretos con sus
mejores amigas.
Habló durante horas...
- Entonces, ¿cómo te sientes con el hecho de que Vix
vaya a venir aquí?
- No me importa. No le tengo miedo. Pero Elvar... me
temo que pueda perder la cabeza en plan macho-vinculado y terminar el trabajo.
- Se lo tendría merecido.
- Claro que sí.
- Vix es una mierda.
- ¿Así que te gusta, de verdad? ¿Le quieres?
- ¿Quién?
- ¿Quién va a ser?¡Elvar!
- Oh, eh...
- Oh, Dios mío, ¡lo quieres!
- Bueno, sí, creo que sí.
- ¿Se lo has dicho?
- ¡No! No quiero que piense que es sólo a causa de
lo que hizo por mí.
- Así que uhm... ahora que vive aquí... ¿crees que Blaxton
vendrá de visita algún día?
Janie lo mencionó con tanta indiferencia que casi las
engañó.
Mariah resopló y Hope sonrió.
- Chica, si yo estoy loca por Elvar, ¡tú estás loca
por Blax!
- ¡Anda ya! Por cierto, ¿Elvar sabe que te
alimentaste de él?
La explosión de frío fue inesperada y cuando miró
hacia la puerta, Elvar estaba ahí, su rostro el de un macho realmente cabreado.
- Uhm, creo que ahora sí. Gracias Janie.
- Chicas, ¿os importaría...?
Todas se estremecieron al oír su voz, y no porque
sonaba ronca, sino porque era glacial. Cerraron la puerta al marcharse.
- Caro...
- Fue aquella vez el gimnasio, ¿no?
Ella asintió, no tenía sentido negarlo.
- Voy a matarlo. Hijo de puta de mierda.
- Caro, fue
antes de que tú y yo...
Bueno, antes de que las cosas se pusieran serias.
- No significó nada.
Él gruñó mientras camino hacia ella como un animal.
Un depredador.
- Tu. Eres. Mía.
AYY que hermosa historia!!!
ResponderEliminarPero que rayos...he quedado bruta con eso de Vix. Bueno espero.... Con lo que amo a V pero me tiene ya molesta.
ResponderEliminar¿Por destrozarle la cara se queda impotente? XD que dura eres, das miedito
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